Oxivenación

Mejora de la Respiración: Al administrar oxígeno directamente a la corriente sanguínea, se asegura un suministro óptimo de oxígeno a los pulmones y, por ende, a todo el cuerpo, mejorando significativamente la capacidad respiratoria.

Estimulación del Metabolismo Celular: Las células del cuerpo humano necesitan oxígeno para llevar a cabo procesos metabólicos eficientes, incluyendo la producción de energía. Una adecuada oxigenación celular puede estimular el metabolismo, ayudando en la recuperación después de lesiones o enfermedades.

Favorece la Circulación Sanguínea: Al mejorar la cantidad de oxígeno en la sangre, se facilita el transporte de nutrientes esenciales y la eliminación de desechos del cuerpo, mejorando la circulación sanguínea y contribuyendo a la salud cardiovascular.

Optimización de la Presión Arterial: La oxigenación adecuada puede ayudar a mantener la presión arterial en niveles saludables, lo que es fundamental para la salud del corazón y la prevención de enfermedades relacionadas con la presión arterial alta.

Equilibrio del pH Sanguíneo: Mantener el equilibrio adecuado del pH en la sangre es esencial para el funcionamiento óptimo del cuerpo. La oxigenación intravenosa puede ayudar a mantener este equilibrio, lo que contribuye a la homeostasis y al buen funcionamiento de los sistemas corporales.

 Reducción de los efectos secundarios de las quimioterapias. Al mejorar la oxigenación celular y estimular el metabolismo, esta técnica puede ayudar a minimizar los efectos adversos de los tratamientos contra el cáncer, como la fatiga, la debilidad y las náuseas. Proporcionando una sensación de bienestar y apoyo durante el proceso de tratamiento, la oxigenación intravenosa se convierte en una opción valiosa para quienes enfrentan desafíos de salud significativos.